La comunicación entre personas y dispositivos a través de Internet funciona gracias a protocolos que establecen las reglas del intercambio: quién debe enviar qué información en qué momento? ¿Qué sucede, si los archivos no llegan a su destinatario? ¿Cómo pueden protegerse las transferencias frente a fallos y espionaje? Siempre que navegamos por Internet, estamos poniendo en práctica estos protocolos.
¿Para qué sirve el File Transfer Protocol?
El File Transfer Protocol (FTP) o protocolo de transferencia de archivos es uno de los protocolos más antiguos de la historia de Internet: ya en 1974 se empezó a trabajar con la técnica de transmisión de archivos completos y, en 1985, se definió finalmente el FTP en el RFC 959 de manera concreta. Este protocolo está pensado para provocar cargas y descargas a través de comandos, de manera que se puedan transferir archivos desde el propio ordenador (portátil, smartphone, etc.) hacia un servidor y viceversa: el FTP también permite descargar archivos de un servidor al propio dispositivo.
El usuario dispone de un sistema de gestión de archivos, como el explorador que conocemos en los habituales sistemas operativos, en el que los archivos pueden anidarse en carpetas, que a su vez se anidan en otras. Este sistema genera una estructura jerárquica de directorio.
El protocolo de transferencia de archivos se usa muy a menudo en la creación de páginas web. A través de un acceso FTP pueden transferirse archivos HTML al servidor. Además, los operadores de las páginas web pueden poner en ella archivos a disposición de los visitantes.
¿Cómo funciona el FTP?
El protocolo de transferencia de archivos funciona en el nivel o capa de aplicación de la pila de protocolos TCP/IP, al igual que HTTP o POP. Estos protocolos se caracterizan por trabajar junto con programas como navegadores o clientes de correo electrónico para llevar a cabo sus servicios. También existe un software de FTP especial para el File Transfer Protocol.
En general, estos programas se componen de dos ámbitos: por un lado, se presenta la estructura de directorio con todos los archivos en el disco duro. Por otro, se muestra el lugar de almacenamiento del servidor y los archivos y carpetas allí guardados. El software permite al usuario transferir datos de un área a otra. En la práctica, sin embargo, para el FTP también pueden utilizarse navegadores o la línea de comandos del sistema operativo.
En las conexiones FTP se abren dos canales. En primer lugar, el cliente y el servidor abren un canal de control mediante el Puerto 21. A través de este canal, el cliente envía órdenes al servidor y este devuelve códigos de situación a cambio. A continuación, ambos participantes pueden establecer el canal de datos, por el que se transmitirán los archivos deseados. Durante el proceso, el protocolo intenta detectar fallos. Si se interrumpe la conexión durante la transmisión, puede retomarse la transmisión en cuanto se recupere el contacto entre ambos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.